Si bien parece una actividad inofensiva, esto podría generar problemas tanto para el ser humano como para el animal.
Según el Instituto del Sueño, dormir con la mascota puede generar más de 100 enfermedades zoonóticas que pueden afectar al ser humano, que pueden ser provocadas por virus, bacterias, parásitos y hongos. Si bien el animal puede tener una higiene diaria, es imposible controlar los riesgos de estas enfermedades que se transmiten entre animales y seres humanos.
Para las personas que sufren alergia o asma, este acto puede ser aún más riesgoso, ya que las mascotas pueden albergar microorganismos como ácaros en su pelaje.
Otro de los inconvenientes que puede generar el dormir con la mascota es que afecte la calidad de sueño negativamente porque ellos tienen un ciclo de sueño distinto a los seres humanos, por lo tanto, es probable que se levanten a la hora en la que no quieran dormir más. En el caso de los perros, descansan en estado de alerta, por lo que podría despertar al humano en muchos momentos de la noche.
El tercer y último motivo por el cual no se debe dormir con las mascotas es porque pueden cambiar su conducta porque puede aumentar su agresividad y estrés. Para evitar esto, es recomendable que la mascota se acostumbre a dormir fuera de la cama y en el caso de que ya lo haga, cambiarle el hábito de a poco.